Creditos foto: http://noquedandominios.blogspot.com.br/2009/12/las-reglas-del-azar.html
Había una
vez un niño pobre que vivía en China y estaba sentado en la vereda, afuera de
su casa. Lo que él más deseaba era tener un caballo, pero no tenía dinero.
Justamente ese día, una caballería, que llevaba un potrillo incapaz de
acompañar al grupo. El dueño de la caballería, sabiendo el deseo del niño, le
preguntó si quería el caballito.
Exultante,
el niño aceptó. Un vecino, tomando conocimiento de lo ocurrido, le dijo al
padre del chico: "¡Su hijo tiene suerte!" "¿Por qué?",
preguntó el padre. "Mire", dijo él, "su hijo quería un caballo,
pasa una caballería y le regala un potrillo. ¿No es suerte?". "¡Puede
ser suerte o puede ser azar!", comentó el padre.
El niño
cuidó al caballo con celo, pero un día, ya crecido, el animal huyó. Esta vez,
el vecino dijo: "¿Su hijo es azaroso, eh? Le regalan un potrillo, lo cuida
hasta que es adulto, ¡y el potro huye!". "¡Puede ser suerte o puede
ser azar!", repitió el padre.
El tiempo
pasó y un día el caballo volvió con una manada salvaje. El niño, ahora
muchacho, logró cercarlos y se quedó con todos. El vecino observó: "¡Su
hijo tiene suerte! Gana un potrillo, lo cría, él huye y vuelve con una banda de
caballos salvajes." "¡Puede suerte o puede ser azar!", respondió
nuevamente el padre.
Más tarde,
el muchacho estaba entrenando a uno de los caballos, cuando cayó y se quebró la
pierna. Vino el vecino: "¡Su hijo es azaroso! El caballo huye, vuelve con
una manada salvaje, el muchacho va a entrenar a uno de ellos y se quiebra la
pierna". "¡Puede ser suerte o puede ser azar!", insistió el
padre.
Días
después, el reino en el que vivían le declaró la guerra al reino vecino. Todos
los jóvenes fueron convocados, menos el muchacho que estaba con la pierna
quebrada. El vecino: "¡Su hijo tiene suerte!".
Así es la
vida, todo lo que sucede puede ser suerte o azar. Depende de lo que viene
después. Lo que parece azar en un momento, puede ser suerte en el futuro.
Cuenta con la suerte.
En general, las personas atribuyen el éxito o el fracaso a la suerte o a la falta de ella. Es una forma de pensar que simplemente bloquea la creatividad, la innovación, la acción delante de los desafíos ofrecidos por la vida.
En general, las personas atribuyen el éxito o el fracaso a la suerte o a la falta de ella. Es una forma de pensar que simplemente bloquea la creatividad, la innovación, la acción delante de los desafíos ofrecidos por la vida.
"Quien
espera por la suerte, anda junto al azar"
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